jueves, 1 de marzo de 2012

TEMA 12: LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS (1979-2000)

Introducción.
Hay que empezar constatando la dificultad de encarar un tema como este, ante el hecho de que no ha pasado el tiempo suficiente para realizar un análisis en profundidad y, así mismo, paliar los inevitables perjuicios ideológicos.
España es en la actualidad un país democrático y un país europeo. A la luz de la historia reciente española ambas circunstancias adquieren una significación especial. España parece haber resuelto el problema de su gobernabilidad y el problema de su aislamiento y retraso enganchándonos al tren europeo. Ambos logros se han conseguido bajo la monarquía de Juan Carlos I, ya que bajo su monarquía España se ha reencontrado con la modernidad.
Desde 1975 hasta la actualidad se extiende la monarquía de Juan Carlos I. Se asiste a uno de los periodos más estables de la historia contemporánea de España y donde España ha conseguido su verdadera modernización política, social y económica, si bien en los dos últimos aspectos el despegue se produjo durante el franquismo. De acuerdo con nuestra constitución, el rey reina, pero no gobierna, teniendo un papel moderador y representativo. No obstante, en dos ocasiones la intervención del Rey fue decisiva para la consolidación de la democracia: en los inicios de la transición y el intento de golpe de Estado de Tejero. En ambas ocasiones salió muy reforzado y eso explica el abundante consenso que siempre ha existido y existe sobre la figura de Juan Carlos I.

1.      LOS GOBIERNOS DE UCD.
1.1.Los gobiernos de Suárez.
Una vez en el poder y con el impulso y apoyo del Rey y de Fernández Miranda, Suárez se propuso modificar el régimen desde dentro hasta conducirlo hacia un sistema democrático. Este proceso se realizaría por la vía legal, lo que Fernández Miranda denomino "de ley en ley". El primer paso fue la aprobación en Cortes y después en referéndum de la Ley para la Reforma Política.
Una vez aprobada esta ley que terminaba con el régimen franquista y abría las puertas a un sistema democrático y ante la aparición de un gran número de dificultades y obstáculos (terrorismo, agitación social, presión de la oposición, recelos del ejército...) Suárez tomó dos decisiones de enormes consecuencias. En abril, aprovechando las vacaciones de Semana Santa legalizó el PCE y convocó elecciones constituyentes. Estas establecieron un bipartidismo imperfecto, con la victoria de UCD pero sin mayoría absoluta y el PSOE como partido mayoritario de la oposición. 
A partir de este momento se iba a imponer la política del consenso, política que se iba a ejemplarizar en la Constitución de 1978 y en los pactos de la Moncloa. Los pactos de la Moncloa fueron unos acuerdos entre la mayoría de los partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales para afrontar la grave crisis económica existente. Se pactó dar prioridad a la lucha de la inflación sobre el paro, a cambio de realizar una progresista reforma fiscal. Si bien los resultados prácticos no fueron muy efectivos, al menos se consiguió cierta pacificación social. 

1.2.La crisis de UCD.
Una vez aprobada la Constitución, Suárez convocó elecciones a cortes legislativas, para que ellas legislaran y completaran las leyes a desarrollar previstas por la Constitución. Si bien UCD y su líder Adolfo Suárez demostraron una gran capacidad para llevar a España hacia la democracia, en el empeño de consolidarla fracasaron ambos.
El resultado de las elecciones del 79 fue parecido al de las del 77. Victoria sin mayoría absoluta de UCD y el PSOE resultó ser el gran partido de la oposición. Este modelo de bipartidismo imperfecto se completaba con otros dos partidos más minoritarios de ámbito nacional (AP e PCE) y con unos resultados bastante aceptables de los nacionalismos periféricos.
La labor legislativa de este gobierno no fue muy intensa (aprobación de la ley orgánica sobre el Tribunal Constitucional y el Consejo General del poder judicial, aprobación de los estatutos de autonomía de Cataluña y País Vasco) ya que las dificultades entorpecieron esa labor.
El descrédito de Suárez comenzó cuando intentó que las nacionalidades históricas consiguieran su autonomía por la vía rápida del artículo 151 y las  demás regiones por la vía lenta del artículo 143. El referéndum de Andalucía fue el primer descalabro importante de Suárez. A estas dificultades se le unieron la debilidad del gobierno al no tener mayoría absoluta, la presión de la oposición,  el PSOE especialmente, la conflictividad social, el terrorismo y, sobre todo, las disputas internas de UCD. En ese contexto Suárez dimitió a principios de 1981.
Cuando se estaba celebrando la investidura de su sucesor, Calvo Sotelo, se produjo el asalto al Congreso por Tejero, acompañado por Milans del Bosch en Valencia que sacó las tropas a la calle. Pero este intento de golpe de estado fracasaría por la decisiva intervención de D. Juan Carlos.
El gobierno de Calvo Sotelo se vio presionado por los mismos condicionamientos que Suárez, también especialmente la crisis de UCD, así su labor legislativa se vio torpedeada. No obstante se aprobó el divorcio y entramos en la OTAN, con la fuerte oposición del PSOE. Calvo Sotelo convoco elecciones para Octubre de 1982.

2.      LOS GOBIERNOS DEL PSOE (1982-1996).
2.1.Evolución política.
Los socialistas habían evolucionada durante la transición. En el congreso extraordinario de 1979 abandonaron la exclusiva denominación de partido marxista y se abrieron a otras corrientes de pensamiento progresista. Al mismo tiempo, ya no era el partido de vocación únicamente obrera y campesina sino un partido político que quería representar también a las clases medias que eran donde estaban la mayoría de los votos. El sistema de partidos sufrió importantes modificaciones. El bipartidismo imperfecto que había dominado hasta entonces la escena política dio paso a un sistema de partido dominante. El PSOE se configuró como una organización bien articulada, que dominaba la gran mayoría de las instituciones y a la que era difícil de desbancar electoralmente, ganando tres elecciones consecutivas con mayoría absoluta. Este hecho junto con la respuesta de la sociedad ante ello va a ser una de las grandes características del periodo.
En 1982 los socialistas ganaron las elecciones con una mayoría absoluta muy abultada, dicha mayoría absoluta la repitieron en 1986 y en 1990 pero progresivamente con un menor número de votos. En 1993, en contra de lo que pronosticaban las encuestas, volvieron a ganar, pero ya con mayoría minoritaria, con lo que gobernaron con los apoyos de PNV, CiU y Coalición Canaria. En 1996, perdieron, por menos votos de los esperados, ante el PP. Esta amplia permanencia en el poder se explica por la política practicada por el PSOE -consiguió la modernización de España a través de una serie combinada de medidas liberales y socialdemócratas- y por la debilidad de la oposición -desaparecido UCD, PP e IU pasaron por momentos de crisis y refundaciones-.

2.2.Evolución económica.
En 1982, a la llegada al poder, los socialistas, con Miguel Boyer como ministro de economía, abandonaron su promesa electoral de conseguir 800.000 puestos de trabajo y se dedicaron a luchar contra la inflación, a través de una política de ajuste y liberalizando la economía. Además, intensificaron la reconversión industrial que los gobiernos de UCD habían iniciado muy tímidamente por su debilidad política. También flexibilizaron el mercado laboral. Estas tres medidas económicas le acarrearon bastantes críticas políticas, pero, ayudados por la coyuntura internacional, consiguieron sacar a España de la crisis económica que vivía desde el 73 y pusieron las bases para un periodo de gran expansión económica.
Una vez saneada la economía, España estuvo en buenas condiciones para aprovechar la excelente coyuntura internacional de la segunda mitad de los ochenta. Así aumentó la inversión extranjera en España, subió fuertemente la producción industrial, se incrementó el turismo y se hicieron innumerables obras públicas que mejoraron de una forma clara nuestras infraestructuras. La inflación bajo, el PIB creció a un ritmo anual del 4,5% y aunque el paro también descendió no de la forma esperada, siendo el indicador económico menos favorable de todos. Esta expansión económica tuvo muchas consecuencias políticas; influyó en los buenos resultados electorales conseguidos por el PSOE en sucesivas convocatorias, permitió la consolidación del estado del bienestar, pero también posibilitó una tendencia a la especulación y a la corrupción - los llamados "nuevos ricos" - que iba a traer negativas consecuencias electorales. Por otra parte, los sindicatos se enfrentaron a los socialistas ya que tildaban a su política de neoliberal y de un reparto injusto de la riqueza generada. Uno de los aspectos más destacados de su política económica fue la reforma fiscal, aumentando la presión fiscal y creando el IVA.

2.3.Las reformas políticas.
A nivel general se puede considerar que la política llevada a cabo por los socialistas fue pragmática y moderada. Con sus reformas no pretendió romper el entendimiento con los tradicionales poderes económicos e institucionales (la banca, iglesia y ejército), combinando las medidas neoliberales en economía y las socialdemócratas en política social. No obstante, ello le llevaría al enfrentamiento con los sindicatos. Ejemplos de este pragmatismo fueron la prioridad a la lucha contra la inflación sobre el paro, la ruptura de la promesa de sacar a España de la OTAN,  las buenas relaciones con la oligarquía financiera o el cambio de postulados antiimperialistas y neutralistas en política exterior por las buenas relaciones con Europa y EEUU.
a)      El Estado del Bienestar y la profundización democrática.
Los socialistas emprendieron un conjunto de reformas que pretendían profundizar en la democracia y extender el Estado del bienestar, ambas política iniciadas tímidamente durante los años de transición.
Se impulsó  medidas legislativas sobre una serie de derechos y libertades como la objeción del aborto o la despenalización, en tres supuestos, del aborto. La reforma de las Fuerzas Armadas redujo el ejército y lo hizo más operativo, imponiendo la supremacía del poder civil sobre los militares, consiguiendo disipar los temores de golpe de estado y consolidar el protagonismo civil - el viejo reto de Azaña - Cerraron el mapa autonómico en 1983 con la aprobación de los últimos Estatutos y llevaron a cabo progresivamente los traspasos de diversas competencias a las Comunidades Autónomas.
Uno de los grandes éxitos de la política socialista fue la extensión y consolidación del Estado del bienestar, fundamentalmente en tres campos; educación, sanidad e infraestructuras, aumentando para ello la presión fiscal. Tanto en educación como en sanidad consiguieron la cobertura universal, se extendió el seguro de desempleo y se aprobó la ley de pensiones no contributivas aunque se encontraron con las consecuencias negativas de las listas de espera. Se realizaron grandes inversiones educativas y la enseñanza conoció una gran expansión. La LOGSE aumentaba la enseñanza obligatoria hasta los 16 años- todo un logro social- pero la falta de una financiación adecuada hizo que no se consiguieran todos los objetivos de esta ley. En materia de infraestructuras optaron por la autovías frente a la autopistas y desarrollaron proyectos importantes como los del AVE.

b)      La política exterior.
Los dos grandes objetivos de la política exterior socialista fueron la Comunidad Europea y la OTAN y en un segundo plano el mundo iberoamericano y el Mediterráneo. Desde el inicio de la transición Suárez había solicitado el ingreso en la Comunidad Europea, pero las negociaciones no avanzaban. De la mano de Fernando Moran, ministro de Asuntos Exteriores, se estrecharon las relaciones con Francia y Alemania, sobre todo, a raíz de que Felipe González relacionara nuestra entrada con la permanencia en la OTAN. El 1 de enero de 1986 España era ya un nuevo miembro de la Europa de los doce. Se terminaba así nuestro secular aislamiento internacional, recuperábamos el famoso tren europeo.
Cuando Calvo Sotelo ingreso a España en la OTAN, la oposición del PSOE a esta medida fue muy fuerte, prometiendo en la campaña electoral que si los socialistas ganaban las elecciones se produciría nuestra retirada. Una vez en el gobierno,  la experiencia gubernamental convenció a los socialistas de la utilidad de la OTAN para acabar con nuestro aislamiento tradicional y modernizar las fuerzas armadas. Así se celebró un referéndum para nuestra permanencia y el gobierno consiguió convencer a la mayoría de la población de sus tesis. 
Posteriormente, España intervino en la guerra del Golfo, en el despliegue militar de Bosnia y fue la anfitriona de la Conferencia de Paz sobre Oriente Medio que se celebró en Madrid. Todos estos hechos reafirmaron la posición de España en el concierto internacional, bajo la alianza con Francia y Alemania, como principales basas de nuestra política exterior.

2.4.La crisis.
La política económica llevada a cabo por los socialistas que priorizaba la lucha sobre la inflación, la flexibilización del mercado laboral y el deficiente reparto de la riqueza generada (según los sindicatos) hicieron que se rompieran las tradicionales buenas relaciones con los sindicatos más importantes - UGT y CCOO -. La huelga general convocada por estos en 1988 y que resultó ser todo un éxito de convocatoria se ha considerado como el inicio del desgaste del gobierno y de los problemas del PSOE. A esta huelga general le siguieron dos más en 1992 y en 1994.
Estos problemas de los socialistas se vieron incrementados a medidas que llegaban noticias de los primeros casos de corrupción económica (el caso Juan Guerra, Filesa...), casos de enriquecimiento personal, financiación ilegal de los partidos políticos, tráficos de influencias... que empañaron la imagen del partido, además se produce una fuerte división interna en el PSOE, entre Felipe González y Alfonso Guerra.
En 1993 Felipe González se ve obligado a adelantar las elecciones debido a una serie de problemas (endurecimiento de las críticas de PP e IU, crisis económica, varios casos de corrupción y enfrentamiento entre aperturistas y guerristas). Las elecciones, en contra de lo que predecían las encuestas, son ganadas por el PSOE pero con la necesidad de apoyarse para gobernar en los partidos nacionalistas (CiU, PNV y CC), era, por tanto, un gobierno débil. El apoyo fundamental le vino de CiU, que a cambio recibió contrapartidas económicas para Cataluña, lo que aumentaba la sensación de agravios comparativos con otras regiones.
Esta legislatura vino marcada fundamentalmente por la crispación política. El intento de regeneración política con la inclusión de jueces independientes como Garzón fracasó. El PP e IU arreciaban sus críticas y el enfrentamiento y la crispación política llegaron a las mayores cotas desde el restablecimiento de la democracia. A esta crispación política se le unieron el descubrimiento de nuevos casos de corrupción, y, sobre todo, el papel de una parte de la prensa, (ABC, El Mundo, la COPE, Época...) que realizó una campaña de investigación sobre esos casos de corrupción y de acoso y derribo al PSOE. Así, aparecen nuevos datos sobre FILESA. Luis Roldán, director de la Guardia Civil, y Mariano Rubio, gobernador del banco de España, son detenidos acusados de corrupción económica. El juez Garzón reactivó el caso de los GAL y se abrió el caso de las escuchas del CESID. La crispación política llego a tal grado que amenazó aspectos de la propia seguridad del Estado. El objetivo era poner fin al largo periodo de permanencia de los socialistas en el poder. 
En este ambiente, CiU retiró su apoyo al gobierno y este convoco elecciones generales para el 96. El PP ganó las elecciones, pero la derrota del PSOE no fue tan amplia como se esperaba.

3.      LOS GOBIERNOS DEL PP (1996-2000).
3.1.El primer gobierno del PP (1996-2000).
El PP, al contrario que pronosticaban los socialistas, no optó por una política de derechas clara de base franquista, ni se dedicó a hacer una contraofensiva legislativa sobre la labor de gobierno de los socialistas. Al contrario, realizó un viraje hacia posiciones de centro, que le valieron después la mayoría absoluta, y realizó una política hasta cierto punto continuista en cuestiones sociales.
La recuperación económica que se inició en 1995 se consolidó en los años del PP. Una política antiinflacionista y de rigor presupuestario practicada por Rodrigo Rato y la excelente coyuntura internacional posibilitaron una etapa de crecimiento económico, descendiendo el paro y la inflación y consiguiendo alcanzar los requisitos económicos de Maastrich, con lo que España pudo incorporarse como miembro fundador de la Europa del euro. Por otra parte, el PP aceleraría el proceso de privatización de empresas públicas procedentes del INI y de la flexibilización del mercado laboral (con el acuerdo de los sindicatos), ambas políticas habían sido iniciadas por el PSOE, pero el PP las profundizó. 
El PP culminó  la política de profesionalización de las Fuerzas Armadas, reduciendo los efectivos militares y suprimiendo el servicio militar obligatorio (actuación que le valió buenos dividendos electorales). En política exterior continuaron la misma línea de los socialistas. Así la base fue la UE y la OTAN. España participó en la guerra de Kosovo y el gobierno de José María Aznar inició una política de dureza con respecto a Fidel Castro.
La mayoría minoritaria del PP le hizo recurrir a los partidos nacionalistas para gobernar. Ello les dio la posibilidad de disponer de una amplia capacidad de influencia en la gobernación del país. Así consiguieron, además de concesiones concretas para sus comunidades, la eliminación de la figura del gobernador civil -un triunfo simbólico frente al liberalismo centralista que se había ido imponiendo desde el siglo XIX-, el cambio en la financiación de las comunidades autónomas con la cesión del 30% del IRPF, etc. En esta situación se radicalizaron y pusieron el techo de sus reivindicaciones muy alto, conscientes los partidos nacionalistas de los buenos resultados electorales que ello les deparaba. Si con los catalanes las relaciones se recondujeron (CiU empezaba a tener problemas internos con la sucesión de Jordi Pujol y a perder posiciones electorales) con el PNV las relaciones se tensaron progresivamente. Tras el pacto de Estella y la tregua de ETA las posturas del PNV y del PP se distanciaron. En 1999 ETA volvía al terrorismo, el PP y el PSOE firmaron el pacto antiterrorista y las relaciones del PNV con el PP fueron enturbiándose progresivamente.

3.2.El segundo gobierno del PP (2000-2004).
La línea centrista y moderada del PP en su primera legislatura le condujo a la mayoría absoluta en las elecciones de marzo de 2000. Con esta mayoría absoluta, el PP optó por una política menos centrista, atreviéndose con reformas que en la anterior etapa no hizo. Dos grandes problemas marcan esta etapa: la sucesión de José María Aznar y el enfrentamiento con el nacionalismo vasco.
José María Aznar prometió en la campaña electoral del 96 que si llegaba al poder sólo estaría en este ocho años. Cumplió esa promesa, siendo sustituido como líder del PP y candidato a la presidencia del gobierno por Mariano Rajoy.
El terrorismo de ETA siguió golpeando a la sociedad española y en torno al problema vasco y a la estructura de España ha girado gran parte de la actividad política de este periodo.
En esta legislatura se abandonó la tradicional alianza con Francia y Alemania, optando por el acercamiento a EEUU al apoyar y participar en la guerra de Irak. En política interior una serie de escándalos enrarecieron el clima político, pero sin llegar a los niveles de crispación del último gobierno socialista.
Finalmente, tras los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004, en las elecciones celebradas el día 14 ganó el PSOE, dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero, debiendo obtener el apoyo de partidos minoritarios para gobernar.